Fuente: Notimex ®.
Lo que significa una Madre.
Lo cierto es que durante nuestro camino la consideración hacia nuestras madres va cambiado. Cuando somos pequeños pensamos en ellas como una especie de divinidad que todo lo puede y todo lo sabe.
Probablemente en la adolescencia rebajamos la intensidad de todas esas creencias para, posteriormente, recuperarlas en la edad adulta con cierta nostalgia. Así, hoy por hoy, lo más seguro es que veamos a nuestras madres como omnipotentes y omniscientes superheroínas.
Sea como sea, su amor es el culpable de que no nos conformemos con cualquier cosa, de que queramos reaprender a cada instante y de que podamos mirar la vida sintiéndonos tanto capaces de dar amor como merecedores de recibirlo.
Todo esto ayuda a conformar nuestra historia emocional desde el primer momento de nuestras vidas. Gracias al amor, a los besos y a las caricias hemos podido crecer cuando más pequeños nos sentíamos y hemos llenado los vacíos de la desesperación.
“Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño. Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida.
Sin embargo… En cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado”
-Madre Teresa de Calcuta-
Fuente: Notimex ®.
El legado de una madre, el amor incondicional.
Nuestra madre es la primera figura en nuestras vidas. Aunque pasemos por diferentes etapas, siempre estará allí para apoyarnos pase lo que pase y nos querrá de forma incondicional.
Nuestras madres son mujeres llenas de títulos, licenciadas en amor, enfermeras del alma capaces de curar las heridas con un beso, sanadoras del corazón y expertas en cariño. Ellas son nuestras niñeras, nuestras confesoras, nuestras maestras de vida, nuestras eternas acompañantes…
Sus enseñanzas brillan a través de sus ojos, unos ojos que nos han ofrecido el privilegio de ver cada día el reflejo de las batallas de la vida. Ellas saben a unos besos que siempre han sabido sellar con suavidad nuestros desvelos y preocupaciones.
Ellas son unas manos que se han pasado años forjando escudos para protegernos y unos brazos que son mucho más que el rincón en el que nos escondíamos de un mundo al que no queríamos rendir cuentas…
En definitiva, las madres son almas que siempre serán sinónimo de amor, de un amor más puro que nada en el mundo: el de una madre a sus hijos.
La verdad es que lo que se siente por una madre es algo que las palabras no alcanzan a describir. Podemos intentarlo, pero no seremos capaces de expresar todo lo que nos viene al corazón cuando pensamos en ellas, pues se nos desborda el alma al sentir un amor tan inmenso.
Fuente: Notimex ®.
Llegaste a este mundo siendo mujer.
Querida Hija:
La naturaleza y algo más poderoso que nosotros (si quieres puedes llamarlo Dios, cuando tengas la madurez suficiente lo vas a definir) decidieron que llegaras a este mundo siendo mujer. Cuando el doctor dijo; es niña, no dimensioné el poder de esas palabras. Me limité a pensar en el color de tu habitación, la cual terminó siendo rosa por un cliché impuesto por la sociedad, que tu madre con mucha facilidad se lo creyó. En realidad me arrepiento y hay días que me gustaría cambiar ese color, un día de estos lo haré. No todo es rosa mi querida mujercita, ser mujer es más que un solo color. Tu vida será de todas las tonalidades. El mundo real al que llegaste será todo menos de color pastel.
Es difícil ser mujer en un mundo que pareciera no está preparado para la energía tan grande del sexo femenino. Nuestras antecesoras han peleado en las calles por nuestros derechos, hemos ganado terreno en el ámbito social, político, cultural, empresarial, etc. Algunas rebeldes, exigieron nuestro derecho al voto, otras subieron sus faldas para darle entrada a la mini y unas más entraron a la Universidad vestidas de hombres. Llegar hasta dónde tú y yo estamos paradas, no ha sido fácil ¡Honremos a esas mujeres!
Cuando conozcas del feminismo quizá te sea tentador pensar que las tareas del hogar son poca cosa, igual que aquellas mujeres que trabajan en casa. Eso sería muy poco empático de tu parte, no estaríamos hablando ni de igualdad, ni de respeto. Elige tu postura, no te cases con ninguna, sé abierta y tolerante.
No se aún cómo explicarte porqué somos vulnerables, porqué a algunas las asesinan, a otras las golpean, a unas las usan para satisfacer deseos carnales perversos, convirtiéndose en esclavas sexuales de un mundo ruin. Me resulta difícil explicarte que tal vez un jefe piense que por ser mujer no mereces ese puesto o ese sueldo, tampoco sé cómo decirte que si decides una vida profesional y ser madre quizá te señalen por dejar a tus hijos o por el contrario, que si te dedicas a tu hogar serás igual de señalada. No sé cómo advertirte que alguien puede llamarte puta solo por vivir tu sexualidad. Quisiera que no tuvieras que enfrentarte a la burla de algunos hombres solo por ser mujer, no quisiera que esto fuera una condición de vulnerabilidad. Hay tantas cosas de nuestro género que aún no sé por qué nos resultan tan complejas. El mundo no está listo para nosotras, aún.
Por ahora quiero que sepas que ser mujer puede no ser fácil, pero tampoco somos víctimas pues hemos peleado por nuestros derechos. Por favor haz consciente que tampoco y por ningún motivo seremos como los hombres, es más, jamás pretendas ser como ellos porque la naturaleza nos ha diseñado diferentes, aun así confía en que algun día viviremos la equidad que necesitamos.
Ama y disfruta tu femineidad, honra tu cuerpo que es perfecto, único y bello tal como es. No creas en esos estereotipos de belleza, no dejes que nadie te diga cómo debe ser. Tu cuerpo está maravillosamente diseñado y te sorprenderás de él cuando seas madre (si un día decides serlo) obsérvalo y entenderás porque no podemos ser iguales a los hombres, estamos dotadas de diferencias maravillosas. Hay algo que sí puedes cambiar, si decides ser madre te aconsejo que no creas en estereotipos para criar, desde el seno materno podemos ir erradicando el machismo, criando hijos más conscientes, empáticos y amorosos con TODOS.
Eres mujer y el simple hecho de serlo te engrandece. Se empática con otras mujeres, adopta la palabra sororidad. Nunca creas que por ser mujer tienes limitaciones ni permitas que te hagan creer eso; aprende a cambiar una llanta, toma decisiones firmes, empodérate y demuestra al mundo que una mujer es más que un costal de hormonas, que las cosas de mujeres pueden ser más complejas que elegir una bolsa que combine con tus zapatos. Demuéstrale al mundo que las mujeres somos complejas, no por el hecho de que nadie nos entiende sino por el hecho, de que tenemos una energía fuerte y poderosa que pocos tienen acceso a eso.
Sé una mujer plena, independientemente de lo que hagas a tus 30s, preocúpate por eso en un futuro. Por ahora disfrutemos de tu niñez que será fugaz, por ahora juega con tus vestidos de princesa pero más adelante no te quedes sentada esperando un príncipe azul, porque te tengo una mala noticia, no existen.
Ser mujer es maravilloso, me siento afortunada de serlo y de que tú lo seas. Algún día tú y yo nos tomaremos un café y descifraremos juntas porqué el mundo no estaba listo para nosotras las mujeres, pues tengo fe que cuando nos tomemos ese café, lo esté al fin.
Fuente: Notimex ®.
Madres desenamoradas.
El amor maternal es "ciego".
Nosotras las mujeres-madres, podemos correr el riesgo de que cuando estamos o nos sentimos muy solas o poco queridas y/o admiradas, desplazamos nuestro corazón "demasiado cerca" de nuestros hijos para auto-compensarnos.
Existen momentos de crisis matrimoniales que pueden llegar a favorecer este tipo de desplazamiento del corazón nos lleva a pasar de "querer mucho a los hijos" a "enamorarte de ellos..." de una manera tan absorbentemente insólita que con ello podemos llegar a compensar y/o paliar los efectos de una mala comunicación matrimonial o los desafectos de una crisis matrimonial.
La misma investigación revela que las madres enamoradas de sus hijos tienen desactivada la zona del cerebro encargada de emitir juicios y hacer evaluaciones objetivas de lo personal, pierdes el enfoque de la evolución de tus hijos al menos cuando se trata de niños de 1 a 10 años.
Cuando las madres ofrecen muestras de cariño proporcionadas,si les están dando a sus hijos un "escudo" frente a posibles enfermedades físicas y mentales. Los niños queridos correctamente desde la estabilidad emocional de su padres son más sanos, estables, extrovertidos y con mejores resultados escolares, en definitiva mas felices a corto y medio plazo porque crecen desde la estabilidad del mundo de intimidad de adultos que les rodean
Pero cuando una madre se enamora de su hijo más que de su marido o cuando un padre-varón se mantiene deliberadamente invisible en la relación con su hijo/a, escudándose en que ya su madre le quiere "por los dos", lo que ocurre en ambos casos es que nuestros hijos no aprenden a distinguir la distancia emocional que debe de haber entre el amor matrimonial y el amor filial en su propia familia, es el amor vivido desde dos planos diferentes y por ello mismo tampoco entienden cual es su papel como hijos y como deben implicarse entre el amor de sus padres y el amor que están recibiendo de sus mismo padres hacia ellos como sus hijos.
Si te entusiasma e ilusiona más estar con tus hijos que con tu marido, debes repasar los puntos de admiración que tienes por el padre de tus hijos y así poder intentar recuperar con la objetividad necesaria, la voluntad de querer volver emocionarse, con tu propio matrimonio por el bien del resto de tu familia y que son principalmente tus hijos.
En definitiva: "Lo mas importante para ti, NO es solo y primero la felicidad de tus hijos."
"Lo mas importante para la felicidad de tus hijos es primero la felicidad del otro. Si lo que de verdad quieres es la felicidad de tus hijos, quereros vosotr@s mas y mejor primero".
Cuando las madres se enamoran demasiado de sus hijos hasta el límite de anular la figura educativa y afectiva del padre, hacen que sus hijos crezcan huérfanos de madre y de padre vivos y conocidos, y eso si que no les hace nada pero que nada... felices durante el resto de sus vidas.